lunes, 30 de junio de 2008

"Nuestras canciones son más conocidas que nosotros"

El cantante de Ella es tan cargosa contó cómo fue el proceso que llevó a su banda a la popularidad. Las crisis que sirvieron para replantear todo.




Dos o tres canciones suenan con insistencia en la radio, pero no todos saben quién las interpreta. Son las gancheras, entretenidas y fiesteras “Ni siquiera entre tus brazos” y “Llueve”. Son temas de Ella es tan cargosa, una banda que se propuso hacer las cosas al revés, y lo logró. Tras más de siete años, logró que un sello discográfico se interesara en su primer trabajo, que lleva el nombre de la banda. Rodrigo Manigot, cantante del grupo, pasó por Tucumán promocionando el show que brindará dentro de ocho días, y le contó a LA GACETA cómo fue que lograron fichar en las grandes ligas sin entregar ideales o conceptos artísticos.

Desconocidos con temas famosos
“Nuestras canciones son más conocidas que nosotros”, dice Rodrigo Manigot, el cantante de Ella es tan cargosa, la banda que parece haber surgido de repente, por generación espontánea, llegando al tope de los las listas radiales como por arte de magia o del marketing.
Pero no es tan así. “Dicen que nuestras canciones son comerciales, y puede ser. Pero son las mismas que durante siete años rechazaron todos los sellos discográficos, porque no les tenían fe y las tiraron en un cajón. Ahora suenan por todos lados”, explica con la satisfacción de saber que haber perseverado no fue en vano. “No sé cómo viene la mano; somos naturalmente radiables”, dice, tal vez pensando en sus canciones “Llueve” y “Ni siquiera entre tus brazos”.
Rodrigo estuvo en nuestra provincia para promocionar el show y el disco que, después de tanto trabajo, hizo que sus canciones fueran más famosas que la banda, que llegó a ganar el premio Gardel al mejor disco nuevo artista de pop-rock.
Cuando se formó Ella es tan cargosa, a mediados de 2000, sus cinco integrantes tomaron una decisión crucial: salir a buscar una compañía que los respalde, y no esperar, como dice el manual del under, a ser “descubiertos”.
“Los cinco rondábamos los 30 años, ya trabajábamos o teníamos familia, y veníamos de experiencias independientes muy malas en los 90”, asegura Rodrigo. Lo que pasa, señala, es que para poder sobrevivir como banda independiente tienen que convertirse en empresarios, organizar y armar todo por sí mismos, y pelear cada espacio como si fuera el último. “Queríamos más difusión, y por eso decidimos hacer algunas concesiones”, confirma en su visita a LA GACETA.
Pero cuando se le pregunta qué cosas tuvo que ceder la banda al firmar con una compañía grande, cuenta que, al menos en su caso, no fueron tantas. “Eso es un gran mito; el capitalismo evolucionó, y los grandes sellos no se meten en lo artístico. Sí en el management, en la difusión y esas cosas. Pero nosotros le vendimos un paquete cerrado, con el disco grabado donde y como queríamos, con el arte de tapa listo”, explica con satisfacción, al hablar sobre el lanzamiento del disco que lleva el nombre de la banda, y que fue lanzado por PopArt al mercado a fines de 2007.
El fuerte de Ella es tan cargosa, asegura Rodrigo, está en los shows en vivo, por la energía que transmite junto a sus compañeros Ildo Baccega (guitarra), Mariano Manigot (guitarra), Maxi Chercover (bajo) y Pablo Rojas (batería).

“Los 90 fueron nefastos”
La mala experiencia de los 90 de la que habla Rodrigo se dio con sus anteriores bandas, Demente Caracol y Los Mareados, cuyos estilos, muy diferentes entre sí, se fusionaron en Ella es tan cargosa.
Y aunque sus canciones no suelen hablar de la realidad social del país, es un tema que le preocupa al cantante, y del que tiene una posición tomada. “Los 90 fueron nefastos para la cultura, y por eso quedaron muchos en el camino. Fue muy difícil, y creo que la crisis de 2001 fue el punto de quiebre de esta historia”, afirma. Rodrigo explica que las compañías tuvieron que empezar a mirar otra vez al rock argentino, ya que no podían seguir contratando a grandes bandas internacionales, lo que permitió la reapertura de la escena local, en especial la del rock-canción.

Entre la hipocresía y el esfuerzo
Haber dejado la escena independiente no fue fácil para Ella es tan cargosa, como tampoco lo es pertenecer al mainstream del rock festivalero y sponsoreado.
“El rock es muy hipócrita. Las bandas se forman pensando en la limusina de los Beatles, y después te dicen que no tenés derecho a querer que te vaya bien”, sentencia Rodrigo Manigot, el frontman de la banda con sede en Castelar e Ituzaingó, Buenos Aires.
Rodrigo es un tipo atento, que sigue cada paso de las bandas que le gustan o con las que tiene relación, y de ahí va tratando de armar un esquema de trabajo propio. “Lo de Pez (la banda de Ariel Minimal) es admirable, porque se mantiene en la suya, trabaja mucho y tiene buena convocatoria”, cita como ejemplo del grupo independiente al que le va bien. “Nosotros no armamos la banda pensando en el dinero, sino para hacer lo que nos gusta, que son canciones y que queremos que lleguen a la mayor cantidad de gente posible”, comenta. “El rock te educa para que nunca te olvides de dónde venís, y para frenarte los humos cuando es necesario”, añade.
Como ejemplo de ello, y de que su cara comercial no es buscada, cuenta que el próximo corte de difusión es un tema que no tiene estribillo. “Para lograr esas cosas necesitás un genio al lado, como la Negra Poli (manager de Los Redondos) o Pocho Roca (el de Los Piojos), para que organicen todo a lo grande y el músico pueda dedicarse a lo suyo, que es tocar y crear”.
Pero llegar hasta ahí no fue fácil. En 2004, como una forma de mostrar fuerzas, dar un salto y salir de su covacha, y con las expectativas puestas en algunos representantes de sellos discográficos que se habían comprometido a ir, llenaron dos noches seguidas La Trastienda. “Necesitábamos salir del barrio y ver qué pasaba, y que nos vieran esos tipos. Al final no fue ninguno, pero llenamos las dos noches”, cuenta Rodrigo. Y en el fondo, siguen siendo rockeros argentinos hechos y derechos, que no terminan de creérsela, aunque estén en lo más alto de la ola. “Sabemos que el rock argentino es como decía Rodolfo García, el batero de Almendra: ‘hoy llenás el Luna Park, y mañana volvés a cargar equipos’”.

El rescate de la vida grupal
El funcionamiento de Ella es tan cargosa parece ser bastante democrático, según asegura el cantante Rodrigo Manigot.
“Como al disco ‘Ella es tan cargosa’ lo teníamos listo hace mucho, durante todo ese tiempo venimos componiendo y armando nuevas canciones. De ellas quedaron 35 para el próximo trabajo, de las que elegiremos entre todos, y sin lobby, cuáles vamos a grabar. Así fue que hicimos el anterior, porque así funcionamos”, confirma. Otro dato en la misma línea es que el reparto de las ganancias que van apareciendo “es bastante socialista”, según explica Rodrigo.
Varios de los integrantes de Ella es tan cargosa mantienen sus empleos en paralelo. “Pero cuando entra un mango, lo repartimos en partes iguales, y no tenemos en cuenta que alguno no cobra Sadaic, o que toca menos en tal o cual tema...”, confirma.
“Nos manejamos con la idea de la grupalidad. Lo notamos siempre, pero en ocasiones especiales, como el abrazo que nos dimos cuando ganamos el premio Gardel; esas cosas se ven más”, dice. Para ello, cuenta, trabajan mucho sobre los egos, con la idea de que no interfieran en la vida grupal.

Amantes de Los Beatles
Durante varios años, Ella es tan cargosa hizo covers para subsistir. Así llegó a Tucumán en tres oportunidades, en las que tocó en un boliche de Yerba Buena. El nombre es un homenaje a Los Beatles, una de sus bandas de cabecera, por la canción “I want you, she's so heavy”.

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