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Primer material para una banda con 7 años de historia del oeste bonaerense. Rock al palo y canciones de perdedores adornan un disco agradable.
Se presentan como una de las bandas más convocantes de la zona oeste, pero su música nada tiene que ver con ese rock de masas que tanto aglutina el punto cardinal con más agite del mapa bonaerense. La mayoría de sus integrantes ya pasaron la edad de la fama y otros ya deben ser abuelos, pero eso no les quita magia.
Ella es tan cargosa debe su nombre a uno de los temas del Abbey Road de los Beatles (I want you –She`s so heavy-), pero pese a tener ese toque de Lennon y McCartney (y también de Harrison) no se quedan en los primeros sesenta y ahondan un poca más en las diferentes décadas del rock.
En su primer disco homónimo, la banda de Castelar e Ituzaingó se destaca por su sonido trabajado, nada innovador, pero bien logrado. Fuera de que sus principales influencias residen en su nombre es innegable el parecido, por momentos, a bandas como Estelares y Los Tipitos, pero con el rock como principal bandera.
El grupo posa su fuerte en las voces: en las que los parientes Manigot (Rodrigo y Mariano) juegan con sus registros de arena y sol, respectivamente. Las bases son firmes, casi repetitivas, y las guitarras suaves y ligeras, según lo que el ritmo marque. Eso sí, nunca explotan.
En “Chica de los ojos amarillos” y “Bellos años” confirman su legado beatle, algo que disfrazan en el funky ochentoso de “Báilame”. En “Ex noche” relucen sus conductas nocturnas en una de las mejores interpretaciones del disco. Tema que reaparece en “Donde no van las melodías” y “Comodín”, rocanroles básicos.
Las historias de amores perdidos y encontrados, bares y noche son una constantes un tanto agotadora. Pese a que algunas composiciones llevan buena pluma (hay otras un tanto obvias como “No lejos”) el disco se vuelve un tanto repetitivo en cuanto a fábulas de perdedores comunes. De todos modos el ritmo lleva.
Pero no sólo el rock forma parte de este trabajo. La canción es un argumento válido a la hora de contar las historias recurrentes antes mencionadas. Rondas por los barrios que conviven mejor en el costado más amable de la banda. “Refugio” es un claro ejemplo. Para el final, la canción que mejor define a la banda en cuanto a letras y música: “Carmen”.
Ella es tan cargosa es la banda de viejitos rock que necesita toda compañía. Rock de anécdotas y un poco de amor inglés.
Periodista: Bruno LazzaroFotógrafo: Redaccion El Bondi
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3 comentarios:
a ver.. no se quien es este fulano, pero ser tan repetitivo en que es una banda de gente grande me sono a bajeza, el rock es solo para pendejos? por ahi el lo es y demarca su inmadurez en los comentarios, ademas toma partida dando a entender que el rock tiene que ser mas movido.. mmmm
termino diciendo algo o mas bien copiando una frase: "no somos mendigos de tu corazon".
Como consumidor pido criticas ,pero imparciales por favor... periodistas novatos...
Si, la verdad que el marcar la edad me pareció totalmente ajeno a lo que puede ser la crítica músical (tratarlos de abuelos es un poco mucho)
Igual según lo que ví, la crítica no me pareció negativa, me parece que el tipo le da un 3 sobre 5.
Aunque en mi opinión merecería un poco más
jajaja
esta nota es lo menos
coincido en que comentarios sobre la edad y demas cuestiones NO MUSICALES no aportan nada a quien quiere saber de que se trata.
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